Utilizar productos naturales para limpiar una superficie de cuarzo blanco es una práctica muy común, especialmente para quienes buscan opciones más ecológicas y menos abrasivas. El cuarzo, un material sintético compuesto por un 90% de cuarzo natural mezclado con resinas y pigmentos, es conocido por su durabilidad y resistencia a manchas y rayaduras. Sin embargo, mantenerse lejos de productos químicos agresivos asegura que tu mesón conserve su aspecto impecable durante más tiempo.
He probado varias técnicas y una mezcla clásica de vinagre y agua funciona bastante bien para eliminar manchas cotidianas. El vinagre, aunque ácido, en una disolución de 1:3 con agua no dañará el sellado del cuarzo siempre que no se deje reposar por largos periodos. Recordemos que el año pasado, una publicación de Consumer Reports indicaba cómo muchos limpiadores comerciales pueden, a la larga, opacar el brillo de las superficies de cuarzo si no se enjuagan correctamente.
Una vez, un amigo que trabaja en la industria de los mesones me contó que muchos de sus clientes preguntan por el uso de productos naturales, preocupados por el impacto ambiental de los productos convencionales. Según él, la clave radica en la frecuencia de la limpieza. Una limpieza diaria ligera ayuda a prevenir la acumulación de suciedad y minimiza la necesidad de utilizar agentes de limpieza más fuertes. Incluso un poco de bicarbonato de sodio mezclado con agua sirve como una pasta abrasiva suave para manchas difíciles. Sin embargo, usar esponjas suaves evita rayar la superficie. La resistencia del cuarzo a temperaturas elevadas, hasta 150 °C, aunque sin extremos, permite su uso en cocinas activas sin preocuparse demasiado por daños al contacto con utensilios calientes.
Leí en un artículo reciente que ciertos aceites esenciales, como el de árbol de té o lavanda, no solo desinfectan sino que también añaden un aroma agradable al ambiente de la cocina sin dejar residuos. Recuerda siempre probar cualquier producto nuevo en una pequeña área antes de aplicarlo en la totalidad del mesón para evitar sorpresas desagradables. Personalmente, prefiero esta alternativa, ya que mi familia aprecia los ambientes libres de químicos fuertes.
Por último, el uso de posavasos o tablas de cortar siempre es recomendable para proteger tu meson de cuarzo blanco de derrames de café o vino que podrían dejar manchas permanentes si no se limpian de inmediato. Aunque el cuarzo ofrece una excelente resistencia, los hábitos de uso prolongarán sin duda su vida útil.